La alimentación es básica para el deportista y existe un desconocimiento bastante generalizado entre los nuevos aficionados sobre la manera en la que nutrir de manera satisfactoria ese nuevo cuerpo en movimiento.
1. Plátano. Ver a Rafa Nadal dar un mordisco a un plátano en pleno partido hace sospechar sobre las propiedades de esa fruta. En efecto, el plátano contiene glucosa fácil de digerir, también repone el potasio que se pierde con el sudor y que es básico para regular los fluidos y prevenir los calambres.
2. Almendras. Los frutos secos en general tienen un alto valor nutritivo. Contienen hidratos de carbono, proteínas, minerales, vitaminas E y B y ácidos grasos. Muchos esquiadores llevan un puñado en el bolsillo para ir supliendo la pérdida de energía. Además son fáciles de digerir.
4. Quinoa. Por algo lo llaman superalimento. Si bien todos los cereales son beneficiosos para el deportista por su alto contenido en proteínas, la quinoa tiene casi el doble que el resto. Además, incluye los nueve aminoácidos esenciales, necesarios para que los músculos se recuperen después del ejercicio. También hierro, calcio, magnesio, potasio y fibra.
5. Salmón. Gran fuente de proteínas, magnesio y ácido Omega 3, muy beneficioso para el aparato circulatorio y con ello el corazón.
7. Pasta. Un clásico para los que se tomen el deporte como una obligación diaria. La pasta es una fuente enorme de carbohidratos por lo que hay que acompañarlo de actividad diaria para que no se transforme en kilos de más. La cocción “al dente” es la más recomendada porque así la glucosa tarda más en digerirse y el rendimiento durará más. Es la cena clásica de los maratonianos la noche antes de una carrera.
9. Miel. Es una fuente de energía natural que aporta 17 gramos de carbohidratos en cada cucharada. Su azúcar se absorbe muy fácilmente y no tiene grasa. Tomar miel después de hacer ejercicio ayuda al cuerpo a recuperar lo perdido de manera sana y rápida.
Fuente: www.gastronosfera.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario